|
La mediación familiar se configura como una alternativa a la hora de afrontar una ruptura matrimonial o de convivencia, sobre todo cuando se tienen hijos en común. Es un proceso en el cual un tercero imparcial, el mediador, a través de la cooperación entre las partes en conflicto, facilita que los mismos reestablezcan la comunicación y sean capaces de tomar sus propios acuerdos, encontrando soluciones al conflicto planteado. La mediación familiar es claramente beneficiosa para los hijos, ya que fomenta la corresponsabilidad parental entre los progenitores. La atmósfera de cooperación que se crea entre los padres a través del proceso de mediación, resulta claramente beneficiosa para los hijos, previniendo posibles respuestas negativas en los hijos posteriores a la ruptura de los padres. Con la mediación los progenitores alcanzan conjuntamente los acuerdos que se adaptan a sus necesidades, sin la intervención de un tercero que no conoce las particularidades de su familia, disminuyendo el tono emocional que produce toda ruptura. Por ello, OCHO DE CADA DIEZ PROCESOS DE MEDIACION ACABAN EN ACUERDO. Nuestro equipo de mediadores facilitaran que se adopten acuerdos en referencia a las siguientes cuestiones:
|